Pez Cebra para la detección de toxinas marinas
20/08/2020Mujeres de Instituto Milenio de Oceanografía conforman “FemenIMO”
11/09/2020Tras los eventos de escape de salmónidos desde un centro de cultivo en el Seno de Reloncaví, investigadores del Núcleo Milenio de Salmónidos Invasores (INVASAL) analizan este tipo de escapes y generaron un policy brief en colaboración con el Centro INCAR, para contribuir a la mitigación de este tipo de sucesos. Sin embargo, aún siguen vigentes las interrogantes respecto a la seguridad de estos centros de cultivo y su adaptación a los climas extremos de la Patagonia en Chile.
El centro de cultivo “Caicura” ubicado en el Seno de Reloncaví (región de Los Lagos) sufrió un escape de salmones el 27 de junio. Según las primeras explicaciones de la empresa Salmones Blumar S.A., la causa del escape se atribuyó a los daños que un temporal de viento puelche ocasionó en las instalaciones del centro de cultivo.
La confirmación de la magnitud del escape, llegó el 3 de agosto, a cargo del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), que entregó la cifra definitiva de peces escapados desde el centro Caicura.
Según se señala su sitio web, “el cálculo total de la autoridad fue de 103.720 peces escapados, correspondientes al 12% del total de salmónidos presentes en el centro (875.125). Esta información se basó en estudios de prospección y análisis de imágenes tomadas con dos robots submarinos (ROV) y con sonares Hammerhead de alta tecnología, realizados por la empresa, según lo solicitado por las autoridades sectoriales competentes”.
Sernapesca, reportó que “el escape afectó a dos de las 18 jaulas del centro. Las 16 jaulas restantes, en tanto, se hundieron arrastrando consigo un total de 771.405 peces, equivalentes al 88% de los peces del centro. Por lo anterior, la mortalidad presente en el fondo marino se estima en 2.900 toneladas, dado que el peso promedio de los salmones al momento de la contingencia era de 3,8 kilos”.
Asimismo, Sernapesca confirmó la recaptura de 28 mil 276 peces, equivalente a un 27,26% de total de especies escapadas de acuerdo con el artículo 118 quater de la Ley General de Pesca y Acuicultura, que estipula que el titular debe recapturar más del 10 % de los ejemplares escapados en un plazo de 30 días, contados desde el evento.
Sin embargo, en las semanas siguientes se conoció un nuevo evento de escape. Fue así que el 27 de agosto, Sernapesca recibió una denuncia por presencia de salmones Coho en el sector de San José, Canal Caicaen, en la región de Los Lagos. Tras diversas fiscalizaciones, el 29 de agosto el organismo confirmó el escape de 124.309 ejemplares desde el centro de San José, perteneciente a la empresa Salmones Camanchaca S.A.
INVASAL
En este contexto inicial, el Núcleo Milenio de Salmónidos Invasores (INVASAL), tomó contacto con Blumar para asesorar científicamente en esta materia, tomando en cuenta la experiencia adquirida en el escape de Salmones del año 2018 de la empresa Marine Harvest (hoy Mowi).
En ese entonces, expertos de INVASAL participaron con monitoreo activo en la zona, que concluyó en el trabajo colaborativo de un informe detallado de investigadores de INVASAL acerca de lo ocurrido en el escape de 2018.
Este nuevo evento de escape se sitúa relativamente cerca del ocurrido en 2018 en La Isla Huar. El centro de cultivo Caicura se ubica al Sur de la desembocadura del estuario de Reloncaví, una zona geográfica recurrentemente afectada por fuertes vientos.
Cabe señalar que el 21 de agosto, la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) sancionó por más $5 mil 300 millones a la empresa noruega Mowi Chile S.A. (ex Marine Harvest Chile S.A.) en la región de los Lagos, comuna de Calbuco, tras el escape de más de 690 mil ejemplares de Salmón del Atlántico en julio de 2018, luego de un evento climático ocurrido en la zona.
El origen de los escapes
El viento y marejadas son causas recurrentes de colapso de las estructuras de los módulos. Sería ideal contar con tecnología de vanguardia con un sistema de monitoreo en tiempo real, con cámaras y sensores que permitan conocer el estado de las jaulas y condiciones como la capacidad de carga que mantienen las balsas jaulas. Esto permitiría tomar acciones rápidamente cuando se produce un episodio de emergencia de estas características.
Alguna de las instancias en las que se producen estos escapes corresponde, por ejemplo, al momento de las cosechas, u otras veces se debe a mal manejo, que van desde errores humanos hasta rotura de una red. En otras ocasiones, se rompe una red por acción de los lobos marinos, entre otras razones.
“Como científicos, el escape de especies nos genera una serie de interrogantes acerca de cómo es posible instalar toda esa infraestructura en esa zona geográfica con esas condiciones climáticas o de si esas estructuras para cultivo son las más aptas para el lugar y para el clima de la zona”, dice director de INVASAL, Dr. Daniel Gómez-Uchida. “Quizás, definitivamente, la infraestructura que se posee no es apta para la zona geográfica y para el clima y exactamente todo lo que es bioseguridad está quedando en entredicho. Y entonces las preguntas serán: ¿Cuál es la estructura que es capaz de aguantar y resistir un clima tan complejo como es el de la zona austral de Chile y sobre todo el del Seno de Reloncaví, que es una zona que tiene un régimen de vientos importantes. Asimismo, también se deben revisar de manera exhaustiva cuáles son los puntos débiles de este tipo de manejo”.
La acuicultura en balsas jaulas en todos los países que existe ha sido muy criticada, justamente por situaciones como ésta varios de los países que fueron precursores en la materia, están actualmente proponiendo soluciones drásticas como, por ejemplo, estructuras confinadas y herméticas, como los prototipos noruegos, que están pensados para la zona costera. “Se trata de módulos completamente cerrados, que impiden la fuga de las especies. Otra propuesta es la de desplazar el cultivo de salmones a un sistema en alta mar, lo que se conoce como offshore aquaculture (acuicultura en alta mar) como cultivo de especies en mar abierto. Es un enfoque emergente donde las granjas de peces se mueven a cierta distancia de la costa. Iniciativas como ésta podrían en el futuro minimizar los efectos de eventos como los escapes de salmónidos en la zona costera”, explica el Dr. Daniel Gómez-Uchida.
Policy Brief
Como un aporte desde la academia ante la emergencia de un escape de especies desde un centro de cultivo, el Núcleo Milenio de Salmónidos INVASAL junto al Centro Interdisciplinario para la Investigación Acuícola (INCAR), generaron un documento con recomendaciones para las políticas públicas (policy brief) sobre el Escape de Salmones.
El documento en sí, denominado “Recomendaciones mínimas para la recaptura y seguimiento de un escape de salmonídeos de cultivo”, se encuentra disponible para toda la comunidad, empresa y autoridades el área en https://www.incar.cl/wp-content/uploads/2020/07/PB7.pdf
Contiene una presentación de los antecedentes de los escapes de especies de salmónidos de cultivo en Chile y el extranjero. Luego ofrece una propuesta de monitores y seguimiento, donde todo se centra en dos objetivos principales que son: Recuperar el máximo de peces escapados y Evaluar cuál podría ser el impacto de los escapados al ecosistema (de aquellos individuos no recuperados), incluyendo una serie de recomendaciones para lograr cada objetivo. Asimismo, se incluyen aspectos que deben ser aplicados al ocurrir un evento de estas características como, por ejemplo: El diseño del muestreo, la frecuencia, determinación de quiénes realizan la pesca, destino de los peces capturados, información que se colecta, monitoreos permanentes de la presencia y abundancia de salmonídeos de vida libre.
Finalmente se entregan aspectos metodológicos que pueden facilitar la interpretación de la información recolectada, incluyendo aquí una proyección de sobrevivencia de los individuos escapados, el contenido estomacal, isótopos estables, análisis genéticos para determinar origen de los individuos, uso obligatorio de marcadores en todos los peces de cultivo.
Este trabajo asociativo entre ambos centros de investigación, Núcleo INVASAL y Centro INCAR, tiene su base en diversas publicaciones y documentos científicos, realizados previamente por investigadores de ambos centros.
Medidas de acción y reacción
Ante un escape de peces desde un centro de cultivo, lo más importante es la acción e interacción de todos los actores relevantes ante un evento de estas características. Por ejemplo, conocer y llegar a una estimación de la tasa de remoción por parte de la pesca artesanal, teniendo en cuenta que los pescadores artesanales representan un actor clave en el proceso de recaptura de las especies.
“En el reciente escape de la empresa Blumar S.A. se contactó a sindicatos de pescadores artesanales de la zona y esa es una excelente señal, así como también es relevante, el levantamiento de información de calidad acerca de la captura, para conocer, por ejemplo, las capacidades de esas embarcaciones, cuánto es el número de redes que llevan a bordo, los tiempos de pesca, la georreferenciación de los puntos de muestreo y los puntos de captura, entre otros aspectos”, señala el Dr. Gómez-Uchida.
Los investigadores científicos del Núcleo Milenio INVASAL tienen dentro de su quehacer el objetivo de sistematizar y tratar de obtener nuevo conocimiento científico en relación con estos eventos, ya que hasta la fecha los datos son muy escasos.
“Desafortunadamente, no existe un buen registro de datos cuantitativos y de buena calidad que nos de luces respecto del comportamiento estos eventos ni del lugar hacia donde migran los salmones. Necesitamos saber si se quedan en una zona o migran a otra y con qué intensidad”, recalca el director de INVASAL, Dr. Daniel Gómez-Uchida. “Como INVASAL esperamos participar activamente a través del monitoreo y muestreo en terreno, con especialistas de nuestro Núcleo, tomando muestras del escape y de las especies recuperadas por la pesca artesanal, recolectando muestras de sus estómagos, para saber qué están comiendo, así como muestras de tejido para biopsia genética que nos permitan verificar si las especies efectivamente se originaron en el centro que sufrió el escape”, finalizó.
Fotografías: Corresponden al trabajo realizado en terreno en 2018 por INVASAL. Créditos: Pablo Savaria, INVASAL.